martes, 8 de mayo de 2012


CULTURA
Casa de gobierno
 
Casa de los Padilla
 
Casa historica de Tucumán
 
Indigena Tucumán
 
Ruinas de los Quilmes
 
Alberdi y los textos de Gregorio Aráoz de Lamadrid. En principio, al igual que otras provincias del noroeste asimila la estética modernista. Este fenómeno se asocia con el grupo llamado de la generación del Centenario, cuya presencia domina la escena cultural tucumana desde principios de siglo hasta poco después de 1920. Es notoria la influencia del boliviano Ricardo Jaimes Freyre, que vivió y enseño en la provincia. Este grupo, unido a la creación de la Universidad de Tucumán en 1914, está representado en dos antologías: El Tucumán de los poetas y Florilegio de poesías tucumanas.
En 1937 surgió un grupo de jóvenes profesores, que no sólo dejaría su impronta imborrable en el ámbito nacional sino en el exterior. Al calor de sus cátedras nace la revista Cántico, que dirigió Morínigo, la cabeza de la llamada generación del 40, y pocos años después del grupo La Carpa, de gran influencia en todo el noroeste argentino. La mayoría de los escritores de La Carpa, pese a pertenecer a distintas provincias, casi todos habían estudiado en la Facultad de Filosofía y Letras de Tucumán. La Gaceta de Tucumán, fundado por el periodista uruguayo Alberto García Hamilton con el carácter de hoja semanal dedicada a cubrir el domingo, saltó poco después a la categoría de diario y se impuso decididamente. Ochenta años después es una de las empresas periodísticas más consolidadas del país. La aparición de su página literaria dio cabida al ensayo breve, el cuento y la poesía.
 
Lola Mora
 
Al realizar un recorrido por la historia cultural de la Provincia no puede dejar de mencionarse que, en la cuna de la Independencia Patria, nació un 17 de noviembre de 1866 en La Candelaria: Dolores Mora y Vega. Desde muy joven se dedicó a la pintura, aunque en aquellos años no era una actividad apropiada para una mujer. Para el asombro y escándalo de la sociedad, cambió los pinceles por el buril y el cincel y se dedicó a la escultura. Comenzó a modelar la arcilla, la piedra y el mármol firmando sus obras como Lola Mora. El mundo oficial de la cultura sólo llega a admitirla como curiosidad pero nunca como lo que realmente era: una artista genial. Es así como Lola Mora sufrió la incomprensión de sus contemporáneos. Ejemplo de ello fue el destino que sufrió La Fuente de las Nereidas, tras realizarla en Europa y enviarla a la Argentina, en 1903 fue emplazada en Buenos Aires en la actual Av. Leandro N. Alem, pero a los pocos días ciertos círculos objetaron la moralidad de esa Venus que se atrevía a nacer desnuda en plena vía pública. Luego de varios incidentes, en 1918, la fuente fue traslada a la Avenida Costanera Sur, en la proximidad del río. En la actualidad sus obras son reconocidas en todo el país y principalmente en su provincia natal. Sin dejar de trabajar hasta el último día de su vida, murió muy pobre y sola el 7 de junio de 1936.
 
Los hallazgos arqueológicos
 
Los más antiguos encontrados en la región datan de más de 10 mil años. Consisten en puntas de proyectil, raspadores, cuchillos, restos de alimentos y trabajos de cuero y madera. Los testimonios de arte rupestre pertenecen a una etapa posterior, relacionados con el final de la etapa precerámica. La economía de los hacedores de este arte, se basaba en el cultivo de papas, maíz, ají, quinoa, zapallo, porotos, y otros cultivos autóctonos de la región. Domesticaban a la llama y la alpaca, animales productores de carne y leche, y de carga a la vez. El período agroalfarero temprano, corresponde a los años 2500 antes del presente, los asentamientos poblaciones pasaron a ser sedentarios, y bajo estas culturas se desarrollaron los antiguos habitantes de Tafí. El crecimiento demográfico se hizo evidente en culturas como los Quilmes, quienes desarrollaron el trabajo del bronce.
 
Instrumentos Musicales Autóctonos
 
  • Charango: instrumento de cuerda, el cuerpo es de caparazón de quirquincho y posee entre 4 y 5 cuerdas que son templadas con los dedos.
  • Erke: instrumento de viento de origen quechua. Mide entre 3 y 7 metros de largo. Consta de trozos de caña ahuecados. Se lo utiliza en la celebración de Corpus Christi.
  • Caja: se trata de un tambor de forma cilíndrica que los indígenas construyen con un tronco ahuecado con extremos de cueros de cabra curtidos.
  • Quena: flauta sin embocadura, de cinco agujeros delanteros y uno posterior. Actualmente son de caña, aunque los indígenas primitivos los hacían con tibias, maderas duras o tierra cocida. El sonido que produce es melancólico.
  • Bombo: tambor producido en una sola pieza de madera de ceibo ahuecado con base rítmica del folklore argentino.
COSTUMBRES
 
Una de las costumbres más arraigada de la región lo constituye la siesta, tradición inamovible que paraliza todas las actividades comerciales. Los paseos entonces para los turistas que no se recuestan durante estas horas, están conformados por los parques y recursos naturales en las afueras de las ciudades. A partir de las 17 Hs, la actividad vuelve a su curso normal.

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